miércoles, 1 de abril de 2020

FILOSOFÍA POLÍTICA: 2 de abril: Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas

1) ) Tomar apuntes del video:

Consejos para tomar apuntes (sitio web para tener en cuenta a la hora de tomar apuntes)


2) Mirar el video:

Filosofía aquí y ahora: La guerra de Malvinas

3) Tomar apuntes sobre ese video de La guerra de Malvinas.

4) Elaborar en dos carillas de carpeta o una hoja A4 un texto de opinión con fundamentación a partir del video visto sobre La guerra de Malvinas.





sábado, 20 de abril de 2019

Ética para Amador de Fernando Savater

PDF Ética para Amador

GUÍA DE LECTURA
“Ética para Amador”.
Fernando Savater
Para la correcta lectura del libro de Savater es necesario que el alumno siga estos consejos porque de cada uno de los capítulos se hacen una serie de preguntas o ejercicios que tiene que contestar.
Debes leer este libro, igual que cualquier otro libro, con un diccionario al lado. Eso quiere decir que si no entiendes alguna palabra tienes que buscarla y comprenderla antes de continuar, porque si así no lo hicieras podría llegar un momento en que no podrías continuar.
Cada uno de los capítulos léelo de un tirón, no te pares o lo dejes para otro día.
Inmediatamente después contesta a las preguntas de forma reflexiva. No contestes ninguna pregunta sin antes haber leído completamente el capítulo correspondiente.
Las preguntas, a veces, no están colocadas por orden de lectura aunque sí por capítulos. Eso quiere decir que te puedes encontrar preguntas que corresponden al final de capítulo antes de las que corresponden al principio.
No pases a contestar la siguiente pregunta sin antes haber contestado la anterior. Relee si es necesario el capítulo pero no se puede dejar ninguna pregunta sin contestar.
Consulta enciclopedias u otros manuales que te puedan servir de ayuda para responder a las preguntas pero hazlo a sabiendas de que lo que allí pongas tienes que comprenderlo y que además puedas después defenderlo en algún debate o pregunta que te plantee el profesor.
No te preocupes si tardas mucho tiempo. Cuando ya sabes una cosa nadie te pregunta cuánto tiempo tardaste en aprenderla. Lo que importa es que lo que se aprenda, se aprenda de modo razonado y operativo, que no sólo te sirva para aprobar.
Preguntas para la correcta lectura y comprensión del libro:
ÉTICA PARA AMADOR
PRÓLOGO
1. ¿A qué persona va dirigido este libro?
CAPÍTULO I:
2. ¿De qué va la ética?
3. ¿Los animales tienen ética? ¿Por qué sí o por qué no? Fíjate en el ejemplo de las termitas.
4. Compara el caso de los animales con el de Héctor. ¿Qué tiene este que no lo tienen las termitas? Existe una sola palabra para nombrarlo. ¿Cuál es?
5. Savater da un argumento muy elocuente para refutar la libertad y hace alusión a un filósofo romano que fue quien lo utilizó. ¿Sabrías reproducir ese argumento de tipo práctico?
6. La libertad humana no es absoluta, Savater hace dos restricciones de la libertad humana. Explica eso. Ten en cuenta que te tiene que quedar claro porque este tema es muy fácil que salga en cualquier debate sobre la libertad.
CAPÍTULO II
7. ¿Qué es un motivo?
8. ¿Qué diferencia hay entre órdenes, costumbres y caprichos?
9. ¿De qué modo y con cuánta fuerza nos obligan a actuar cada uno de estos motivos (órdenes, costumbres y caprichos)?
10. ¿De dónde sacan la fuerza de obligar cada uno de ellos?
11. ¿En qué se parecen las órdenes y las costumbres?
12. ¿En qué se diferencian las órdenes y las costumbres de los caprichos?
13. Muchas veces para actuar en la vida nos guiamos, dice Savater, por uno de esos tres motivos (órdenes, costumbres o caprichos); ¿por qué no le valen ninguno de ellos al capitán del barco para salir de su “tormentosa situación”?
CAPÍTULO III:
14. En éste capítulo Savater da de nuevo una definición de libertad. ¿Cómo la define?
15. ¿Qué problemas trae actuar libremente si los motivos por los que actuamos en muchas ocasiones es por órdenes, costumbres o caprichos?
16. ¿Una acción es buena por ser una orden, una costumbre o un capricho?
17. ¿Cuál es la etimología de la palabra moral?
18. ¿Puede haber costumbres inmorales?
19. ¿Cuál es la diferencia que establece Savater entre lo que es la ética y lo que es la moral?
20. ¿La palabra “bueno” tiene sentido moral siempre? Señala algún ejemplo que pruebe tu respuesta.
21. ¿Por qué, dice Savater, no es nada fácil decidir cuándo un hombre es bueno o no?
22. Resulta que el capítulo III lo termina Savater de manera un poco decepcionante diciendo que la ética no tiene ninguna regla que nos sirva a los hombres para ser buenos y que en caso de aceptar una sería esta: “Haz lo que quieras”. Antes de leer el capítulo IV atrévete a comentar cómo es posible que la ética se base en esa frase. ¿Se te ocurre algo?
CAPÍTULO IV:
23. ¿En qué consiste la contradicción (paradoja) de ese mandato de ¡haz lo que quieras!?
24. ¿Cómo se explica la frase de Jean-Paul Sarte: “estamos condenados a la libertad”?
25. En este capítulo Savater cuenta la historia de Esaú y Jacob. ¿Esaú hizo realmente lo que le dio la gana? ¿Por qué sí o por qué no?
26. Resulta que al final, según Savater, la ética consiste en “darse la buena vida”, pero ¿en qué consiste “darse la buena vida”?
CAPÍTULO V:
27. ¿Por qué el ciudadano Kane no logró “darse la buena vida”?
28. ¿Para darse uno la buena vida se puede prescindir totalmente de las cosas materiales? ¿Y de las personas? Analiza el caso del ciudadano Kane.
CAPÍTULO VI:
29. Dice Savater que en esta vida sólo tenemos una obligación, ¿cuál es?
30. ¿Qué significa la palabra imbécil desde el punto de vista etimológico?
31. ¿Cuántos tipos de imbéciles dice Savater que hay?
32. ¿Por qué los imbéciles no suelen lograr nunca vivir la buena vida?
33. ¿Qué es lo contrario de ser un imbécil?
34. ¿En qué consiste la conciencia que nos cura de la imbecilidad moral? Señala los rasgos distintivos.
35. ¿Por qué está mal lo que llamamos malo?
36. La cuestión ética está en conseguir ser egoísta sin ser imbécil moral. ¿Savater dice que eso se puede conseguir? ¿Cómo?
37. ¿De dónde vienen los remordimientos?
38. ¿En qué consiste ser responsable?
39. ¿De dónde deriva etimológicamente la palabra virtud?
CAPÍTULO VII:
40. ¿Cuáles son las características destacables desde el punto de vista ético en el caso extraño de Robison Crusoe? O, de otra manera, ¿qué es lo que hace que la vida de Robinson Crusoe pueda ser considerada desde un punto de vista ético?
41. ¿Por qué dice Savater que existen las personas que hacen mal?
42. ¿Qué diferencias se dan a la hora de actuar (las describe metafóricamente Savater) entre el león y el ratón?
43. ¿En qué consiste tratar a las personas como personas, es decir, humanamente?
44. ¿Qué significa etimológicamente la palabra “interés” y qué relación tiene eso con el tratar a los otros como personas?
45. ¿Qué diferencia establece Savater entre la justicia como institución pública y la justicia como virtud ética?
CAPÍTULO VIII:
46. ¿Por qué dice Savater que el sexo no tiene que ser nada inmoral?
47. ¿Qué característica diferencia al sexo animal del sexo humano?
48. ¿Cómo define el autor a los puritanos?
49. ¿Qué quiere decir la expresión “carpe diem”?
50. Rescata y analiza todas las frases que Savater cita en este capítulo del filósofo francés Montaigne sobre el placer.
51. ¿Qué diferencia hay entre el uso del placer y el abuso?
52. ¿Cuál es la mayor gratificación que puede darnos algo en la vida?
53. ¿Cómo define la alegría Savater y qué relación tienen con el placer?
54. ¿Qué es la templanza?
CAPÍTULO IX:
55. ¿Por qué los políticos tienen tanta fama de llevar una vida inmoral?
56. ¿En qué coinciden la ética y la política?
57. ¿En qué se diferencian?
58. ¿En qué consistiría una utopía política? ¿Es ella posible?
59. ¿Qué características tiene que reunir un régimen político para que sea compatible con la ética, es decir, con la buena vida? (Savater señala tres)
EPÍLOGO:
60. ¿Qué contestaciones da Savater a estas preguntas:
¿Tiene sentido la vida?
¿Merece la pena vivir?
¿Hay vida después de la muerte?
61. ¿Por qué Savater no se atreve al final a contestar a la pregunta de ¿cómo vivir una vida buena?



La condena de Nietzsche a los modelos éticos de la modernidad

miércoles, 29 de agosto de 2012

De la caverna a la pantalla

De la caverna a la pantalla

  • 29/08/12

  • De la caverna a la pantalla


    ¿Se puede enseñar filosofía en televisión? Sócrates filosofaba en las calles de Atenas y hoy la calle “se juega” en las pantallas, afirma el autor, para quien los programas filosóficos ofrecen nuevas vías para contemplar críticamente la realidad.


    POR Dario Sztajnszrajber






     
     

    Es la misma filosofía la que se viene haciendo desde sus orígenes en Grecia o ha venido cambiando con el paso de los tiempos? Y si así fuese, ¿por qué creemos que estamos haciendo filosofía y no otra cosa? Y si estuviésemos haciendo otra cosa, ¿no podríamos estar haciendo filosofía aunque ya no se tratase de filosofía?
    Hay algo de inactual en la filosofía, pero en ese sentido más bien nietzscheano donde lo inactual no remite a lo que está por encima del tiempo, sino a lo que lo interrumpe. Hay temáticas que escapan a la distinción entre lo viejo y lo nuevo, porque son al mismo tiempo viejas y nuevas. No es lo mismo pensar la muerte en épocas de clonación, criogenia y masas espeluznantes de mortalidad infantil producto del capitalismo tardío; pero es la muerte. La misma que pensaba Platón cuando en el Fedón buscaba entender si el alma de Sócrates trascendía a su cuerpo condenado. La misma tensión que siempre repetimos cuando enseñamos en la secundaria la Alegoría de la Caverna, narrada en La República a través del argumento del filme Matrix. Aunque siempre hay que aclarar que se trata de Matrix I, ya que la vuelta argumental de las secuelas ya excede el planteo platónico y nos acercan a posiciones más foucaultianas o hermenéuticas. Matrix no reemplaza a la Alegoría, la interpreta. La problemática sobre la distinción entre lo real y lo aparente es inactual porque no es ni vieja ni nueva, sino que se presenta siempre bajo el ropaje de la época. Tal vez esta cita de Baudelaire sea lo más atinado para comprender una filosofía que se sigue preguntando lo mismo, pero diferente. Por lo mismo que siempre es diferente: solo hay los ropajes de época.
    La pregunta tal vez sea: ¿para qué hacemos filosofía? ¿Todos podemos hacerla? En algunos manuales todavía se explica que la filosofía es una actividad contemplativa de un hombre despreocupado por sus condiciones materiales, casi como una curiosidad elitista de aquellos que pueden no trabajar y dedicarse a contemplar el mundo. Lo interesante de este planteo es la bipolaridad que se presenta entre contemplación y transformación, como si abrir la cotidianidad con espíritu crítico no fuera también una herramienta de transformación. Pensar que todo puede ser de otra manera frente al funcionamiento eficientista de los modelos dominantes genera un movimiento no solo espiritual. Nos obliga a repensar los alcances de la espiritualidad: en lo profundo siempre hay un otro. Todos podemos hacer filosofía, y, a veces, son las condiciones de existencia más sofocantes las que ofician de disparadores. La pregunta por el porqué resuena más en aquellos que no están donde quisieran estar. Por eso hacer filosofía siempre es una apuesta política que, en su acción de desmontaje y desnaturalización de las verdades vigentes, abre nuevas perspectivas para reinventarnos como ciudadanos. Obviamente hay erudición e investigación y de mucha calidad en la actividad filosófica. Pero la filosofía no puede contentarse solo con haberse vuelto una estructura disciplinar que no se diferencia de cualquier otro dispositivo del saber. Hay un propósito docente, y la docencia es transformación.
    Si la filosofía es esa tensión que se produce entre una intimidad reflexiva y un diálogo con el otro, se trata entonces de repensar su institucionalidad. Si la filosofía es esa fisura entre una racionalidad lógica y una conmoción existencial más radical, se trata entonces de repensar su origen y su praxis.
    ¿Por qué filosofía en los medios? Hay una ecuación que circula en los claustros académicos que dice que si la filosofía triunfa en los medios, o es porque se ha banalizado o es porque ha dejado de ser filosofía. Dejar de ser. Algo que tiene que ver con el amor, con el deseo de saber, con una filosofía que cambia. Tal vez no sea más filosofía y así pueda ser de nuevo filosofía, recuperando sus preguntas originarias, su vocación de apertura, su apuesta a la pregunta. Tal vez nada sea idéntico a sí mismo; y por ello la filosofía en los medios no sea filosofía, y por no ser filosofía, sea filosofía. Si la cosa pública se juega hoy también en las pantallas, hacer filosofía en televisión es abrir la televisión, y en algún sentido, intervenir en lo público. Ningún programa de televisión puede reemplazar la enseñanza en el aula, así como ninguna clase magistral puede reemplazar a una estética televisiva. Y así como en cierta academia se puede hablar de una banalización del saber, en mucha televisión se habla de formatos culturales aburridos. Por eso hay como una sensación de defensa ortodoxa de ciertos purismos que al final de cuentas parecen tener más que ver con las clásicas lógicas burocráticas de reproducción de los poderes establecidos que con una disputa epistemológica. Pero por suerte aflora la contaminación, emerge la mixtura. Los géneros dialogan y los compartimentos estancos se resquebrajan ante la presencia de una otredad que irrumpe y obliga a la reinvención. ¿Cómo se hace filosofía en la televisión o cómo se hace una programa de televisión filosófico? ¿O ambas cosas? Si la filosofía nació en la calle, con Sócrates dialogando junto a sus alumnos por Atenas, hoy la calle se juega en ese no-lugar que yuxtapone el hogar con las pantallas y sus redes. Toda la esencia de la filosofía se encuentra en poder habitar una situación cotidiana y en su experiencia, poder también pensarla. Abrir sus múltiples posibilidades y hacer explotar sus obviedades y naturalidades. Pero sobre todo, generar un diálogo, ofrecer lo otro, interrumpir el apresuramiento eficientista priorizando la pregunta por el ser que no es más que la prioridad de la pregunta frente a las verdades de turno.
    De ahí que cuando pensamos Mentira la verdad, filosofía a martillazos (Mulata Films), apostamos a la mezcla de lo cotidiano y lo filosófico, haciendo surgir la pregunta de la materialidad misma de las situaciones diarias: la pregunta por el orden en un supermercado, la pregunta por la identidad en un registro civil o la pregunta por la historia en un velorio. Aquello que naturalmente transcurre como debe transcurrir puede, sin embargo, detenerse, aunque sea un rato, y ser interpelado con preguntas que abren y muestran que todo puede ser de otro modo. La televisión misma puede encontrar sus propios mecanismos de reinvención. ¿Será realmente un cambio o el arquitecto de la Matrix habrá triunfado una vez más?